La mayoría de los países celebrarían la obtención de una Copa del Mundo de forma eufórica y apasionada. Junto a una alegría muy grande. No obstante, para los argentinos ese logró se festeja al triple a consecuencia de su tradición y apego con el fútbol. El pasado domingo, el Obelisco fue testigo de dicha argumentación.
El monumento, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, coexistió junto una masiva cantidad de asistentes entusiasmados por la victoria de Argentina (4-2), en penaltis, sobre Francia. Un choque que provocó diversidad de emociones, pero se terminó por decantar a favor de la felicidad de los sudamericanos, al conseguir el tricampeonato del mundo.
De acuerdo con medios internacionales, más de un millón de personas se congregaron en la calle “9 de Julio” desde la “Avenida Del Libertador” hasta San Juan. Suceso que provocó el cierre total del trasporte colectivo e individual por una gran cantidad de kilómetros.
Los asistentes se dieron el lujo de cantar a viva voz: “Que de la mano de Leo Messi toda la vuelta vamos a dar“, “Dale, campeón“, “En Argentina nací, tierra de Diego y Lionel“, entre otras tonadas.
Del Obelisco hasta Nápoles
La celebración no se quedó en territorio sudamericano, también estuvo presente en Italia. Específicamente en Nápoles. Desde temprano las calles de la estación “Garibaldi” y las que conforman los “Quartieri Spagnoli” se vestían de colores relacionados a la camiseta albiceleste. Además, en distintas peñas no cabían ni un alma más.
La fiesta parecía no tener fin. Los nombres más vitoreados eran los de Diego Armando Maradona, Lionel Messi y el Dibu Martínez.
Hay que recordar que la ciudad tiene una estrecha relación con Maradona. Debido a su paso en el club de 1984 a 1992. Además, un gran número de argentinos tiene ascendencia italiana.
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