En los últimos años, la agricultura ha enfrentado varios desafíos en el país, entre los principales están los altos costos en los insumos, eventos climáticos y la escasez de la mano de obra.
Los agricultores exponen que, en los últimos años, existe poca afluencia de trabajadores para alimentar la tierra, así mismo las nuevas generaciones no tiene motivación para desarrollar este trabajo.
Sin embargo, algunos agricultores indicaron que los incrementos de los insumos los han llevado a buscar otras fuentes de empleo. Tal es el caso de Josué Aquino, agricultor de años de experiencia, quien ahora se dedica a la cultivación de plantas decorativas.
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Datos de la Cámara de Salvadoreños de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (CAMPO), solo en el año 2022, se dejó de producir el 29.53% de granos básicos en El Salvador, en comparación con la cosecha anterior.
Más consecuencias en la agricultura
No solo es la ausencia de producción en los campos, sino también los altos costos ocurridos en los insumos agrícolas (abonos y fertilizantes) que son utilizados por los agricultores para las cosechas de frijol, maíz, etc.
Luis Treminio, presidente de CAMPO, explicó que la disminución de mano de obra se debe a la falta de tierras propias, migración y la búsqueda de mejores oportunidades laborales.
Agregó que, al no contar con suficientes oportunidades, las nuevas generaciones buscan mejor emprender el sueño americano.
En El Salvador, los registros de CAMPO revelaron que, el rango de edad de los agricultores en el país se encuentra entre los 53 años en adelante.
Otro de los factores que influyen al desgaste de desempeñar esta fuente de trabajo, son los cambios climáticos que, en su mayoría, la población abandona este rubro con las pérdidas inesperadas que ocasiona el fenómeno del clima.
Por ejemplo, el año pasado, la fuerte época de invierno originó varias pérdidas en los cultivos ubicados en la mayoría del territorio. Desprendimientos de tierra e inundaciones ocasionaron que muchos agricultores perdieran sus cultivos, únicamente dejándoles deudas y pérdidas en su trabajo.
El Banco Mundial indicó que la agricultura es esencial para el crecimiento económico en un país. En el 2018 representó un 4% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en otros países desarrollados puede ser hasta el 25% de PIB.
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