La Selección de Marruecos fue la gran sorpresa en el Mundial de Qatar 2022. Su cuarto lugar lo ratifica. Por ende, al llegar a su país, fueron recibidos por lo más alto.
Tras su arribo, Mohamed VI, rey marroquí, les brindó un homenaje a todos los jugadores en el Palacio Real de Rabat. No obstante, la celebración no solo era para ellos pues, todo el combinado se encontraba acompañado de sus madres.
Es muy notable que se incluyera a las progenitoras, demostrando así la importancia jerárquica que existe en el territorio.
Antes de ello, los Leones del Atlas recorrieron las calles en un autobús. La policía local estuvo al pendiente para evitar percances, puesto que la acogida era tremenda. De hecho, fue llamativo ver el control que existía a pesar de la multitud.
Los dirigidos por el entrenador Walid Regragui, quienes vestían modernos trajes azules, saludaban a todos los asistentes y ondearon las banderas de su país durante un trayecto de 9 km.
El éxito de Marruecos
Los actos de glorificación no son para menos. Durante su paso en suelo árabe, los atletas obtuvieron la primera plaza del grupo “F”. Posteriormente, vencieron a España (octavos) y a Portugal (cuartos). Sus esperanzas para llegar a la final terminaron con la derrota ante Francia (en semis). Nunca un equipo procedente de África se había metido hasta la semifinal de un mundial.
Estos resultados se deben a la propia injerencia de la alteza. Pues, el citado soberano financió una academia que proporcionó 4 jugadores al conjunto de Marruecos.
Por supuesto, la experiencia de jugadores que militan en el viejo continente brindó un salto de calidad aún mayor. Tales el caso de Ziyech (Chelsea), Achraf Hakimi (PSG), Amrabat (AEK F.C), Bono y Youssef En-Nesyri (ambos del Sevilla).
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